El talento ¿se improvisa?

No, la improvisación es maravillosa. Pero, la cosa es que no se puede improvisar a menos que sepa exactamente lo que esta haciendo.

Christopher Walken

Ya te adelanto que no le he preguntado directamente a Christopher pero cuando leí de un actor esa interpretación de la improvisación por supuesto vi respondida mi pregunta, si, se precisa mucho talento para la improvisación.

No sólo es precisa la improvisación en las artes escénicas donde parece que su aceptación es muy identificable. Porque todos en más de una ocasión hemos decido y actuado a salto de mata. No todo se programa, no todo se proyecta, hay mucho talento en como decía la frase introductoria en actuar ante la volatilidad del momento con conocimiento y firmeza.

Por lo que improvisar me parece, bien interpretada y concebida, una capacidad maravillosa. Y no lo digo yo, lo dice Shakespeare

Las improvisaciones son mejores cuando se preparan

¿Se puede estar siempre al filo de la navaja? Por muy habilidoso que seas, una continua improvisación es un mal compañero de viaje si lo tomas de continuo y como costumbre de la mano. Ahora es innegable que la adaptación tiene mucho de improvisación, no siempre es gradual ni programada, existe mucho de subsistencia en la adaptación obligada por la improvisación.

En la larga historia de la humanidad (y tipos de animales, también) los que aprendieron a colaborar e improvisar más efectiva han prevalecido

Charles Darwin

¿Has tomado más de una vez una decisión sin la suficiente convicción? ¿Por falta de tiempo o de información contrarrestada?, pero me juego algo a que has tenido que improvisar y por supuesto cualquier acción que dejamos al azar puede resultar correcta o errónea. Pero si algo tienen en común las citas que te indico es su manera de insinuar que hasta para improvisar bien hace falta cierto conocimiento y habilidad para actuar de manera certera.

Así que si tomas una decisión sin convicción o comienzas un camino con incertidumbre, piensa, el talento también se improvisa. No estas dejando realmente al azar ninguna decisión, a no ser que tires una moneda al aire, y en su caso, sabrás que hay algo de bueno en las dos caras. Nadie se la juega así como así al porqué si, o el porqué no